martes, 10 de junio de 2014

DESDE FLIX SUBIDA A SU CASTILLO MEDIEVAL

El castillo de Flix, en la Ribera del Ebro, fue documentado en 1154 a través de una donación del conde Ramón Berenguer IV a Bonifacio de Volta. En 1276 el rey Jaime I lo vendió a Arnau de Bosc.
Su situación geográfica lo convirtió en uno de los más importantes de la comarca, junto con el castillo de Mequinenza y el castillo de Miravet. Tuvo importancia tanto en la guerra civil del siglo XV, como la de los segadores del siglo XVII y la de Sucesión del siglo XVIII.
Se aprecian restos del castillo original por dentro del que se construyó en el siglo XVIII. En la época carlista se añadieron unos muros y una gran torre redonda. Se encuentra en estado de ruina progresiva.2

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