Málaga es
una ciudad y
un municipio de
España, capital de
la provincia
homónima y ubicada en la comunidad
autónoma de Andalucía. Con
una población de 572.947 habitantes en 2015,
Málaga es la sexta ciudad más poblada de España,
la segunda de Andalucía, y
la número cuarenta y seis de la Unión Europea,
así como la mayor de entre las que no son capitales autonómicas.
Además, es la zona urbana más densamente poblada de la conurbación
formada por el conjunto de localidades que se sitúan a lo largo de 160 km
de la Costa del Sol y
el centro de un área metropolitana, que sobrepasa sus
límites municipales, abarcando otros 12 municipios que suman 987 813 habitantes
censados. Se estima, no obstante, que Málaga es la quinta área metropolitana de España,
donde viven más de 1 millón de personas.
Está situada en el extremo oeste del mar Mediterráneo y
en el sur de la península
ibérica, a unos 100 km al
este del estrecho de
Gibraltar. Su término
municipal ocupa una extensión de 398,25 km² que se extienden
sobre los Montes de
Málaga y el Valle del
Guadalhorce. La ciudad está situada en el centro de una bahía
rodeada de sistemas montañosos. Dos ríos, el Guadalmedina y
el Guadalhorce,
la atraviesan desembocando en el Mediterráneo.
Fundada por los fenicios en
el siglo VIII a. C.,
lo que la convierte en una de las ciudades más antiguas de Europa,
Málaga fue un municipio primero federado y
luego de derecho latino del Imperio
romano, y una próspera medina andalusí
cuatro veces capital de su propio
reino, que fue incorporada a la Corona de
Castilla en 1487.
Durante el siglo XIX la
ciudad experimentó una destacable actividad industrial y revolucionaria que la
situó como primera ciudad industrial de España y
la hicieron merecedora de los títulos «Siempre denodada» y «La primera en el
peligro de la libertad». Escenario de uno de los episodios más sangrientos de
la Guerra Civil
Española y protagonista de la explosión del boom turístico de
las décadas de 1960 y 1970, Málaga constituye en la actualidad un notable
centro económico y cultural, y un importante nodo de comunicaciones en el
litoral mediterráne
El primer asentamiento colonial se localiza en la
desembocadura del Guadalhorce, en un enclave conocido como cerro del Villar.49 En
el lugar donde se asienta la ciudad existía un poblamiento bástulo,
en base al cual los fenicios
fundaron la colonia de Malaka,
atraídos por las buenas condiciones para el atraque en su puerto natural y la
gran cantidad de yacimientos de plata y cobre existentes.50
Tras un período de dominación cartaginesa,
Malaka pasó a formar parte de Roma.
En la época romana la ciudad (en latín Malaca)
alcanzó un notable
desarrollo.
Dotada inicialmente de estatuto de municipio federado,
obtuvo el de municipio de derecho latino durante el siglo I, tras la
promulgación del «Edicto de Latinidad»
para Hispania por parte de Vespasiano y
la promulgación por Domiciano de
la lex Flavia municipalis, que adaptaba las provisiones de las leyes
municipales promulgadas por Augusto a las peculiaridades de los municipios de
derecho latino de Hispania. La copia particular de Málaga se denomina Lex Flavia
Malacitana.51 A
esta etapa pertenecen el Teatro Romano,
unas grandes Termas públicas52 53 y
otras piezas escultóricas conservadas en el Museo
Arqueológico
.
La decadencia romana dio paso a la dominación de los pueblos germanos,
que sobre el año 411 arrasaron las costas
malagueñas. Con la intención de reconstruir el Imperio romano, el emperador bizantino Justiniano I
conquistó, entre otros territorios, Málaga.
HISTORIA DE MALAGA
Edad Media
Tras la conquista árabe, Mālaqa (en árabe
مالقة) se convirtió en una ciudad floreciente, rodeada por un recinto
amurallado junto al que se asentaban los barrios de comerciantes genoveses y
las juderías.
Málaga llegó a ser capital de la taifa hammudí,
así como de otros tres efímeros reinos posteriormente. De esta época quedan
trazas en el centro histórico y en dos de sus principales monumentos: la Alcazaba y el
Castillo de
Gibralfaro. Contaba Mālaqa con dos arrabales fuera de las
murallas El Perchel y
la Victoria, un comercio que poseía un discreto radio de acción con Marruecos y
una clase media dedicada a la artesanía y
al comercio.
En esta etapa vivió uno de sus hijos más ilustres: el filósofo y
poeta judío Ibn Gabirol
.
La conquista de la ciudad por los Reyes
Católicos en 1487
supuso un episodio sangriento en la guerra final contra el Reino nazarí
de Granada. El asedio de la ciudad fue uno de los más largos de
la Reconquista,
duró 6 meses y cortó el suministro de alimentos. La ciudad se rindió el 18 de agosto,
entrando los reyes triunfalmente el día siguiente. La población fue castigada a
la esclavitud o
a pena de muerte.55
También en el asedio a la ciudad, la Reina Isabel la Católica casi fue
asesinada. En una de las mezquitas, actualmente situada en la calle Granada, la
Reina Isabel mandó tapar el arco moro de entrada, y mandó construir dos
dristianos a los lados, convirtiendo esta mezquita en iglesia y apodándola: Santiago
Matamoros.
EDAD MODERNA.
Bajo la influencia castellana,
la ciudad comenzó a cambiar su trazado urbano e inició la construcción de la Catedral de
Málaga, cuyo arquitecto fue Diego de Siloé,
sobre los cimientos de la mezquita mayor. Las iglesias y conventos construidos
fuera del recinto amurallado empiezan a aglutinar población, dando lugar a la
formación de nuevos barrios
extramuros como La Trinidad o Capuchinos. Del siglo XVI al
siglo XVIII la
ciudad entró en una época de inestabilidad, no sólo por las consecuencias que
trajo consigo el levantamiento de los moriscos y
su posterior expulsión, sino también por las epidemias e inundaciones
provocadas por el río Guadalmedina,
que se vieron acompañadas de varias malas cosechas sucesivas durante el siglo XVII,
así como de epidemias, terremotos, explosiones de molinos de pólvora y las
levas de soldados.
Las Civitates consideraban a Málaga un emporio
de riqueza, debido a su enclave comercial privilegiado. Sus productos
agrícolas, en especial los vinos y las exquisitas pasas, así como sus
apreciadas vasijas vidriadas atraían gran afluencia de mercaderes extranjeros
de distintas nacionalidades; Flandes, Inglaterra y Francia
comerciaban principalmente con madera, tejidos y trigo, llevándose a cabo un
importante intercambio de diferentes mercancías. El trato mercantil se
realizaba principalmente durante "la vendeja
Málaga, sede de la Capitanía General de la Costa y Reino
de Granada,59
jugó un papel esencial en la política exterior de los Borbones.
Las armadas, el abasto de los presidios norteafricanos y la defensa del Mediterráneo se
organizaban en la ciudad. Ello implicó un enorme gasto en defensa:
Fortificación del puerto, torres en el litoral y regimientos de milicias.
Además, la pérdida de Gibraltar en
1704 a manos de los
británicos depositaba en Málaga una de las llaves del Estrecho. Altos Hornos de Málaga. Fábrica de La
Constancia, 1847. Durante la segunda
mitad del siglo XVIII se solucionarían los crónicos problemas de abastecimiento
de aguas que sufría Málaga con la culminación de uno de los proyectos de
ingeniería más importantes llevados a cabo en España en esa centuria: el Acueducto de
San Telmo
SIGLO XIX
En los primeros años del siglo, Málaga
tendría un papel protagonista en la Guerra de la Independencia española; contribuiría decisivamente a la primera victoria de un
ejército europeo en campo abierto sobre las tropas de Napoleón en la batalla
de Bailén, con miles de voluntarios y, a la cabeza de
las tropas españolas, su Gobernador, el general Teodoro
Reding. En 1810, las tropas napoleónicas penetraron
de nuevo en el Sur de España, siendo la ciudad ocupada hasta 1812 y teniendo que pagar cuantiosas contribuciones por haber
sido la única capital sureña que se sublevó contra ellas. Durante gran parte de
la centuria, Málaga fue una de las ciudades más levantiscas del país,
contribuyendo decisivamente al triunfo del liberalismo en España. Tanta actividad revolucionaria le valieron
el título «siempre denodada» y la leyenda «la primera en el peligro
de la libertad».
Fue una
ciudad pionera en la península con el inicio de la Revolución
Industrial, llegando a ser la primera ciudad industrial de España, y a mantener después el segundo puesto tras
Barcelona durante años. Las actividades mercantiles
también tuvieron un importante incremento y de 1860 a 1865 las comunicaciones sufren una gran
revolución. Será esta la época de las grandes familias
burguesas malagueñas, algunas de ellas con influencia en la política
nacional. Bajo la influencia de estos, Málaga tiene ya dos sectores bien definidos,
ambos enclavados fuera del centro de origen medieval: en el extremo occidental
el paisaje urbano empieza a configurarse influenciado por la actividad
industrial, mientras que en el otro extremo de la ciudad empiezan a aparecer
villas y hoteles.
Con la
renuncia al trono de Amadeo de Saboya se producen grandes disturbios y se
declara el Cantón de Málaga. La vida política
malagueña durante el sexenio
democrático (1868-1874) se caracterizó por un tono radical y extremista. El republicanismo
federal logró fuertes apoyos en las clases populares y alentó insurrecciones
que produjeron gran alarma entre los sectores acomodados.
La
decadencia de la ciudad se inició a partir de 1880. La crisis hace cerrar las fundiciones
malagueñas y vino acompañada por el derrumbe la industria azucarera
y la plaga de filoxera, que hundió al viñedo malagueño. El abandono
de estas fincas trajo consigo una fuerte deforestación de las laderas, lo que
causó un incremento de las avenidas de agua, que provocó muchos desastres y
muertos hasta bien entrado el siglo XX
SIGLO XX
Conflictividad social, depresión económica y unas endebles estructuras de gobierno, constituyen el cóctel perfecto para que el republicanismo y los movimientos obreros refuercen su presencia en la ciudad.
URBANISMO DE MALAGA
El comienzo
del siglo XX es un periodo de reajustes económicos en el
que se produce un progresivo desmantelamiento industrial y un errático
comportamiento de la actividad comercial.63 Todo ello, en el seno de una sociedad
atrasada y escasamente alfabetizada, en la que una ahora débil oligarquía
ejerce el control económico y político.64 Conflictividad social, depresión económica y
unas endebles estructuras de gobierno, constituyen el cóctel perfecto para que
el republicanismo y los movimientos obreros refuercen su presencia en la
ciudad.
En 1931, tras la proclamación de la Segunda
República Española, Málaga fue la ciudad española más afectada en los
trágicos sucesos provocados por los anticlericales y extremistas de izquierda,
entre los días 10 y 13 de mayo, conocidos como la quema
de conventos.66 En 1933, salió de Málaga el primer diputado del Partido
Comunista de España,67 debido a esto y al gran número de militantes
activos relacionados con el socialismo, el anarquismo y el comunismo, durante esta época Málaga era denominada Málaga
la Roja, a pesar de los sectores liberales y conservadores de la ciudad,
cuya presencia también era numerosa.
Tras el
estallido de la Guerra Civil, la ciudad
permaneció bajo el control republicano hasta principios de 1937, cuando el ejército franquista, con la ayuda de los
voluntarios
italianos y a las órdenes del general Queipo de Llano, lanzó una ofensiva
contra la ciudad que fue ocupada el día 7 de febrero.69 La represión posterior fue una de las más
duras y crueles de la guerra,70 estimada en unos diecisiete mil fusilados,
enterrados en fosas comunes como las del cementerio
de San Rafael
.
En la orilla oeste del Guadalmedina se situaba el arrabal
urbano y la zona industrial, donde los obreros y las clases populares eran los
habitantes habituales, perdurando esta situación hasta bien entrado el siglo XX, con la excepción del
barrio de El Perchel, arrabal árabe anterior a la Reconquista. El éxodo rural, como en el resto de España, se produjo desde
finales de los años 50, y huertas, vaquerías y
viejos complejos industriales fueron sustitidos por barrios obreros habitados
por gente joven que atraída por las oportunidades laborales relacionadas con el
boom turístico e industrial, recalaba en la ciudad. El resultado fue el
de un urbanismo mal planificado y apresurado, con grandes deficiencias en
infraestructuras, servicios y equipamientos necesarios.79 Hasta bien entrados los
años 90 existían en esas zonas
los típicos corralones, pequeñas viviendas
plurifamiliares que se asoman a una galería
voladiza en
torno a un patio o plazuela central, con un pozo o una fuente en el centro, de
los que aún sobreviven algunos en los barrios de El Perchel y La Trinidad. La Comisión Europea ha seleccionado a la
ciudad de Málaga para su inclusión entre las buenas prácticas de desarrollo
urbano que han recibido Fondos
Urban en el periodo 2007-2013. Junto con San Sebastián, son las únicas
grandes ciudades españolas elegidas.
MONUMENTOS Y LUGARES DE INTERES.
Málaga ha sido declarada Conjunto Histórico
ya que pocas
ciudades en el mundo presentan una superposición tan amplia de huellas del paso
de civilizaciones a lo largo de los siglos, tanto de Oriente como de Occidente,
en tan reducido espacio urbano. Restos fenicios, púnicos, romanos, árabes,
etcétera, convierten el centro de la ciudad en un auténtico palimpsesto
histórico en el que conviven monumentos como el Teatro Romano, la Alcazaba, la
Catedral, la Aduana, la Judería y un rico patrimonio arqueológico soterrado.
Alguno de sus principales monumentos están situados en
el monte Gibralfaro y
sus inmediaciones. De la Mālaqa musulmana se conserva el castillo
que corona el monte, construido durante el siglo XIV
por Yusuf I
sobre un anterior recinto de origen fenicio
que también contenía un faro que da nombre al cerro (gíbal al-faruh,
'monte del faro'). A los pies de Gibralfaro se encuentra la Alcazaba,
significativa fortificación palaciega de
época musulmana, y
en la falda norte de la ladera de la Alcazaba, el Teatro Romano,
edificado a comienzos del siglo I en
la época del emperador Augusto.
Tras la conquista cristiana de la ciudad, se construye
la Catedral de
la Encarnación, de estilo renacentista pero con elementos barrocos;
después de dos siglos de obras se interrumpió su construcción y la falta de una
de sus torres le ha valido el apodo de «La Manquita». Entre sus más
valiosos elementos destaca la sillería del coro, obra del imaginero Pedro de Mena.
Junto a la catedral se encuentra el Palacio Episcopal, edificio barroco
clasicista con una elaborada portada-retablo.
Parques y jardines
El Parque
de Málaga, conocido simplemente como el Parque, es un
jardín botánico subtropical paralelo al puerto, formado en terrenos ganados al
mar, entre la Plaza
de la Marina, al oeste, y el neogótico Hospital Noble y la neomudéjar Plaza de toros de La Malagueta, al este. Se trata de
una avenida de casi un kilómetro de longitud, jalonada con pequeñas estancias,
paseos y estatuas, que se inició en 1896. Contiene ejemplares
vegetales procedentes de los cinco continentes y adaptados de manera natural a
Málaga, constituyendo una rareza botánica en Europa.82 El parque se encuentra
flanqueado por edificios monumentales, como la Casa
Consistorial, la sede del Banco de España, el neomudéjar Rectorado de la Universidad, la antigua Casa
del Jardinero Mayor y el Palacio
de la Aduana
Muy cerca,
el Palmeral de las Sorpresas propone un paseo
flanqueado por una singular pérgola en un jardín integrado por palmeras,
arbustos, plantas y fuentes minimalistas, junto a la lámina de agua del muelle
2 del recinto portuario de la ciudad. El patrimonio botánico lo completan el Jardín Botánico de la Universidad de Málaga y cuatro jardines
históricos situados en el extrarradio que antiguamente formaban parte de villas
burguesas y que en la actualidad están abiertos al público. En el extremo norte
se encuentran el Jardín Botánico
La Concepción84 y los Jardines de la
Finca San José y en el suroeste, el Jardín histórico
El Retiro y el Jardín histórico
La Cónsula
.
CENTRO HISTORICO DE MALAGA.
La ciudad es también conocida por ser el lugar de nacimiento del famoso pintor Pablo Ruiz Picasso y cuenta con dos espacios dedicados al artista en el centro histórico: la Casa Natal de Picasso,86 situada en la Plaza de la Merced, que alberga la fundación del mismo nombre y donde se conservan objetos de su infancia, y uno de los tres museos de mayor importancia sobre el artista, el Museo Picasso Málaga.87 Además, en el centro histórico y sus alrededores están ubicadas algunas de las más notorias fuentes de Málaga
así como esculturas modernas.
Entre la Plaza de la Merced y la Plaza de la Aduana se encuentra la calle Alcazabilla. Un recorrido por esta calle es un viaje por los últimos 3.000 años de la historia de la ciudad, ya que concentra en sus 250 metros el neoclásico Palacio de la Aduana, el acceso a la Alcazaba, el Teatro Romano que se puede contemplar en su totalidad desde un balcón mirador, parte de la Judería de la ciudad y el jardín arbolado de la trasera del Museo Picasso, en el renacentista Palacio de los Condes de Buenavista, cuyo sótano contiene restos de la antigua muralla fenicia de la ciudad.