Salamanca es una ciudad española, capital de la
provincia homónima, situada en la comunidad autónoma de Castilla y León. Tiene
una población de 152.048 habitantes, y su área metropolitana alcanza los
228.881 (datos del INE a 1 de enero de 2012), lo que la
convierte en la segunda área más poblada de la
comunidad tras Valladolid y la 5.ª del interior español (tomando las
comunidades autónomas que carecen de litoral). Está situada en la comarca del
Campo de Salamanca, junto al río Tormes.
Salamanca alberga la universidad, en activo, más
antigua de España, la Universidad de Salamanca, creada en 1218 por Alfonso IX
de León y que fue la primera de Europa que ostentó el título de Universidad por
el edicto de 1253 de Alfonso X el Sabio y la bula del Papa Alejandro IV en
1255.
Durante la época en la que fue una de las
universidades más prestigiosas de occidente se hizo popular la frase: «Lo que
la naturaleza no da, Salamanca no presta».
Salamanca está ligada a la Historia Universal por nombres propios como: Antonio de Nebrija, Cristóbal Colón, Fernando de Rojas, Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, Fray Luis de León, o Miguel de Unamuno. Incluso Miguel de Cervantes Saavedra afirma en su libro El licenciado Vidriera
Salamanca que en hechiza la voluntad de volver a
ella a todos los que de la apacibilidad de su vivienda han gustado. El
licenciado Vidriera, de Miguel de Cervantes
En 1988 la ciudad fue declarada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco. Cuenta con un importante patrimonio arquitectónico, entre
el que destacan sus dos catedrales, la Catedral Vieja y la Nueva, la Casa de
las Conchas, la Plaza Mayor, el Convento de San Esteban y las Escuelas Mayores.
Desde 2003, su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Internacional.
En 2002 fue Capital Europea de la Cultura, en 2005
acogió la celebración de la XV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno y desde el mismo año celebra anualmente el Festival Internacional de
las Artes de Castilla y León.
En Salamanca se encuentran importantes centros de investigación, como el Centro de Investigación del Cáncer, el Instituto de Neurociencias de Castilla y León , el Centro de
Investigación y Desarrollo Tecnológico del Agua y el Centro de Láseres Pulsados Ultracortos Ultra intensos . La ciudad es sede central de entidades financieras como Caja Duero. Y algunas de las 100 mayores empresas, por facturación, de Castilla y León:
Viajes Halcón , Grupo Recio , Grupo MRS, Laboratorios
Intervet , Grupo Mirat y Grupo Insa. Además, en la actualidad, está considerada
como el gran referente mundial en la enseñanza del español, ya que concentra el
78% de la oferta existente en Castilla y León, y del 16% de España.
Historia medieval
Con el fin del Imperio Romano, los alanos se
establecen en Lusitania y la ciudad pasa a formar parte de esta región.
Posteriormente los visigodos conquistan la ciudad y la anexionan a su
territorio.
Se tienen pocos datos sobre el desarrollo de
Salamanca en la época visigoda, solamente se sabe que en el siglo IV la muralla
romana se amplía con torreones sobre el mismo trazado, y que la fábrica de la
cerca anterior quedó destruida prácticamente en su totalidad
Se sabe que
en 589 la ciudad era sede episcopal pues figura entre las ciudades que enviaban
obispos a los concilios de Toledo.
En el año 712, con la invasión musulmana de la
península, Musa ibn Nusair conquista la ciudad. Durante la Alta Edad Media, la
zona quedó como tierra de nadie y gran parte de sus
núcleos de
población resultaban destruidos con frecuencia por las frecuentes incursiones
(algaradas) de los árabes. Salamanca quedó reducida a un núcleo carente de
importancia y casi despoblado, aunque se mantuvo intacto el puente, con algunos
pobladores en los
alrededores. Los sucesivos intentos de los reinos cristianos
de estabilizar la zona originan no pocos choques con las expediciones
musulmanas hacia el norte, que provocaron diversas escaramuzas y batallas, como
la de Alfonso I en 754, que acaban por arrasar lo que queda de urbano.
La zona
permanece prácticamente despoblada hasta que tras la importante victoria
cristiana, en la batalla de Simancas del año 939, se inicia una tímida
repoblación de la zona ribereña del Tormes que no tendrá ningún éxito frente al
todavía todo poderoso Califato.
Alfonso VI repobló definitivamente la ciudad en el
año 1085.
Tras la conquista de Toledo por Alfonso VI, en el
año 1085, se produce la repoblación definitiva de la ciudad.
LAZARILLO DE TORMES En 1102, Raimundo de Borgoña se dirige a la ciudad con un nutrido grupo de pobladores de diversos orígenes, por orden de su suegro Alfonso VI. Cada uno de estos grupos se instaló en una zona diferente de la ciudad. Francos, serranos (de las serranías de Urbión, la Demanda y
respectivas Covaleda, entre las actuales provincias
de Burgos, Soria y la Rioja),9 10 11 12 13 14 castellanos, portugueses,
mozárabes (poblaciones hispano romanas o hispano godas que huyeron del dominio
musulmán), toresanos, judíos y gallegos fundaron sus
Iglesias y parroquias. De todos los grupos
repobladores el más importante era el de los serranos, también llamados los
guerreros-pastores, dedicados exclusivamente al cuidado de sus ganados y a la
guerra.
No hay que olvidar que toda la Extremadura medieval,
territorio comprendido entre el Duero y el Sistema Central, era conocido en las
crónicas árabes como "País de los serranos"
Todavía hoy existe una calle,
"Serranos",en torno a la cual se aglutinaba este colectivo
repoblador. Se restaura su Diócesis (siendo el primer obispo Jerónimo de
Perigord) y se comienza a construir la catedral, a cuya vera nacen unas
escuelas que serán el germen de la Universidad.
Con la muerte del emperador Alfonso VII, acaecida en
1157, y la división de los reinos de Castilla y León entre sus hijos Sancho y
Fernando, la situación para la ciudad y el territorio
salmantino cambió de forma sustancial, al
encontrarse sus pobladores incluidos en un reino -León- con el que no tenían
demasiadas cosas en común, mientras sus parientes abulenses
principalmente, y también los segovianos, unidos por
fuertes lazos, no sólo familiares, sino también económicos y sociales, se
encontraban incluidos en otro reino -Castilla-, con el que no tardaron en
empezar los enfrentamientos.
A esta separación no fue ajena la sublevación de los
caballeros salmantinos, con el apoyo de los abulenses, contra su rey y que
finalizará con la derrota de los salmantinos en el arroyo de la Valmuza: con
ella, no sólo se puso fin al protagonismo de las milicias concejiles
salmantinas, que sucumbían ante la imposición del
rey, poniendo fin a las razias en los territorios fronterizos, fuente muy
importante de poder y de ingresos, sino que también se ponía fin a toda una
forma de vida capaz de conformar la personalidad de todo un pueblo.
En el año 1230, bajo el reinado de Fernando III el
Santo, se unen definitivamente los reinos de Castilla y León. El obispo de
Salamanca, Martín Fernández, fue el primero en reconocerlo.
En 1218, el monarca Alfonso IX de León otorga a las
escuelas catedralicias el rango de Estudio General que, en 1253, se convertiría
en Universidad de Salamanca por real cédula de Alfonso X, posteriormente
ratificada por el papa Alejandro IV en 1255:
Plaza mayor.
La Plaza Mayor de
Salamanca es una de las más bellas y armoniosas de España. De estilo barroco,
fue proyectada y construida por el arquitecto Alberto Churriguera entre 1729 y
1755. El edificio de la cara norte contiene el ayuntamiento de la ciudad y está
bellamente rematado con estatuas
El lugar es ideal para tomar una taza de café y
relajarse viendo a la gente pasear. La fachada del ayuntamiento domina toda la
obra, y por su parte el arco del Toro nos lleva al mercado cubierto situado
justamente al lado.
Es fácil imaginarse la algarabía del ambiente
cuando, siglos atrás, las corridas de toros eran llevadas a cabo en el recinto
de la plaza.
Los medallones entre los pilares y arcos hacen
referencia a personalidades ligadas de cerca a la historia de la ciudad (los
reyes, Unamuno, Fray Luis de León...).
El juego de luces y sombras es realzado por el
efecto dorado de la piedra de Villamayor, que contrasta con el gris de las
columnas de granito. En los portales de la plaza están situadas diversas
tiendas, cafés y restaurantes en donde la gente puede gozar de la atmósfera
amistosa de Salamanca
El Puente Romano
Este puente romano está hecho de granito y fue
construido en el año 89.
Este puente era un punto importante en la Ruta de la
Plata romana, que comunicaba Mérida y Astorga.
Fue erigido en los tiempos del emperador Trajano y
solamente los primeros 15 arcos más cercanos a la ciudad son originales, el
resto fueron destruidos
por una terrible inundación en 1626. Cerca del
puente está situada la estatua del Verraco Ibérico, una escultura totémica
prerromana.
El Convento de San Esteban
es un convento dominico situado en la ciudad de Salamanca, en la plaza del
Concilio de Trento. Los dominicos se instalaron en Salamanca entre 1255 y 1256.
En el actual solar del convento, ocupado por la iglesia parroquial de San
Esteban, levantaron el primitivo convento, luego derruido para construir el
actual, en 1524 por iniciativa del cardenal Fray Juan Álvarez de Toledo.
Su construcción se extendió hasta 1610, participando
en ella Fray Martín de Santiago, Rodrigo Gil de Hontañón, Juan Ribero de Rada y
Pedro Gutiérrez. No obstante, la planta y diseño son de Juan de Álava, quien
comienza la obra en 1524, como demuestra el plano conservado de este
mismo maestro. Rodrigo Gil de Hontañón se ocuparía
del crucero con el cimborrio y de la cabecera. Aunque se le considera un
excelente ejemplo del estilo plateresco, lo prolongado de sus fases
constructivas explica la mezcla de estilos que van desde el gótico final hasta
el barroco, estilo éste poco apreciable en su arquitectura pero bien presente
en el retablo mayor obra de José de Churriguera.
Según la tradición, Colón se alojó en este convento
(en realidad en el anterior, destruido para construir éste) cuando fue a
Salamanca para defender ante los geógrafos de la Universidad la posibilidad de
llegar a las Indias navegando hacia Occidente.
Durante la Contrarreforma fue un importante centro
donde se forjaron los padres dominicos que fundaron la Escuela de Salamanca,
con Francisco de Vitoria a la cabeza, y se prestó ayuda a Santa Teresa de Jesús
y a San Ignacio de Loyola
La Clerecía es el nombre que recibe el edificio del
antiguo Real Colegio del Espíritu Santo de la Compañía de Jesús, construido en
Salamanca entre los s. XVII y s. XVIII. Es de estilo barroco. Se diferencia el
colegio, con un interesante claustro, y la iglesia, con una impresionante
fachada de tres cuerpos.
El nombre de
Clerecía se debe a una denominación abreviada de su pertenencia a la Real
Clerecía de San Marcos tras la expulsión de los jesuitas de España
Las obras comenzaron en 1617 bajo la protección de
Margarita de Austria,1 esposa de Felipe III, al parecer como acto de desagravio
a la orden por la prisión sufrida por su fundador, Ignacio de Loyola, por la
Inquisición en la torre mocha de la catedral de Salamanca. Finalizándose en
1754.
La planta general del edificio es obra de Juan Gómez
de Mora. Tras la expulsión de los Jesuitas de España, decretada por Carlos III
mediante la Pragmática Sanción de 1767, se entregó el edificio a la Real
Clerecía de
San Marcos,
con sede en la Iglesia de San Marcos. Ésta, posteriormente cedió el edificio
(salvo el templo) a la Diócesis de Salamanca, la cual instaló en él el
Seminario de San Carlos.
En 1940, se crea la Universidad Pontificia de
Salamanca, instituida por el papa Pío XII, y la Diócesis le entrega el edificio
como sede. Pese a que en esa entrega no se incluía el templo del Espíritu
Santo, la Universidad
Pontificia suprimió el culto en él desde septiembre
de 2012 para poder ser explotado turísticamente. Sólo se permiten celebrar
bodas de antiguos alumnos y personas vinculadas con la Universidad Pontificia
los sábados por la tarde.
El Patio de los Estudios
Obra también de Andrés García de Quiñones presenta
un espacio más cercano al patio de un palacio real que al claustro de un
edificio religioso. Los dos primeros cuerpos se dividen por semicolumnas de
orden
compuesto, con galería de arcos en la planta baja y
balcones coronados por óculos en la primera, a la que se accede desde la calle
y la iglesia. En el tercer piso balcones entre pilastras planas
Los gobiernos liberales del siglo XIX hicieron que
los estudios de Teología y Derecho Canónico fueran excluidos de la Universidad
de Salamanca..
El papa Pío XII crea, en 1940, una nueva universidad
para restaurar esas dos facultades, en la misma ciudad, y le confiere la
categoría de Universidad Pontificia.
Así nace la Universidad Pontificia de Salamanca.
Poco a poco, se irían añadiendo nuevas carreras que llenarían el edificio de La
Clerecía, hasta
entonces casi desocupado, hasta el punto de que se
quedó pequeño, sobre todo debido a la gran aceptación de carreras como
comunicación.
Hoy en día la
universidad tiene varios edificios, tanto en Salamanca como en Madrid,
incluyendo la Facultad de Teología que se encuentra en el Convento de San
Esteban de la Orden de Predicadores (Dominicos),
Clerecía y Universidad Pontificia
La Clerecía y la Universidad Pontificia fueron
construidas por orden de Felipe III a principios del siglo de XVII. La
construcción duró hasta 1754 y es uno de los monumentos más importantes del
estilo barroco en toda
España. Dentro del edificio, el claustro, con sus
columnas gigantescas, es particularmente notable. La iglesia y el seminario
barrocos fueron diseñados por Juan Gómez de la Mora y comenzados a construir en
1617.
La iglesia y el seminario formaron parte de la
universidad de los jesuitas (ahora Universidad Pontificia) y fue iniciativa de
Margarita de Austria,
esposa de Felipe III, en una tentativa de reparar
sus malas relaciones con la Compañía de Jesús por el mal hecho a su fundador,
San Ignacio de Loyola, encarcelado en Salamanca debido a la intervención de los
dominicos.
Catedral nueva de Salamanca:
Hay dos catedrales en Salamanca: la vieja y la
nueva. En el principio del siglo XV fue decidido por orden del rey Fernando el
Católico que Salamanca tuviera una catedral más grande y esplendorosa que la
románica y esta fuera construida en breve.
Pero debido al período de tiempo tan largo que costó
acabar la obra, se agregaron otros estilos arquitectónicos a los planes góticos
originales, tales como elementos renacentistas y barrocos.
La catedral es notable por su fachada adornada de
suntuosa decoración plateresca. El trabajo sobre un diseño gótico comenzó en
1513 bajo supervisión de Juan Gil de Hontañón, el hijo de Juan continuó la
obra, introduciendo toques del Renacimiento, tales como la adición decorativa
de
medallones. Hacia el final del siglo de XVI, Juan de
Ribero tomó las riendas del proyecto, considerando un ambicioso plan con dos
torres que no se llevaría a cabo. Más tarde el edificio sufriría serios daños
causados por el terremoto de Lisboa en 1755 y debió de reforzarse la estructura
de la
torre. La fachada principal, frente a la calle
Cardenal Plá y Deniel, es un ejemplo de gótico flamígero y contiene una
amalgama exuberante de decoración. Junto a la puerta de la cara norte se puede
intentar encontrar la
talla de un astronauta, un juego atribuido a los
nuevos arquitectos responsables de restaurar los ornamentos que el paso del
tiempo había deteriorado. Por dentro, la capilla principal, el coro y la pared
que incluye
al coro es obra de Churriguera. Por otro lado,
también se puede admirar la Capilla de Oro y el Retablo del Cristo de las
Batallas, que contiene la talla románica que acompañó a El Cid en su exilio.
La catedral nueva se construyó entre 1513 y 1733
conservando la vieja. En un principio pensaron derruirla, aunque se impuso el
criterio de mantenerla abierta al culto mientras se realizaba la construcción
de la nueva. Al terminar las obras en el siglo XVIII, reconsideraron la idea de
destruirla y por esa razón se conserva actualmente.
No obstante, el muro derecho de la Catedral Nueva se
apoya sobre el muro izquierdo de la vieja que quedó parcialmente reducido con
la nueva construcción, por lo que hubo de ser reforzado hacia el interior del
antiguo
templo. La
torre de la nueva catedral, que hubo de ser reforzada en el siglo XVIII tras el
Terremoto de Lisboa, se había construido sobre la torre de las campanas de la
Catedral Vieja.
La idea de construir una catedral nueva surge en el
siglo XV debido al aumento demográfico de la ciudad, especialmente por la
fuerte atracción de la Universidad. Por tanto, la Catedral Vieja parecía en
aquellos momentos «pequeña, oscura y baja».
Contaban con el apoyo de Fernando el Católico, quien
en 1509 ordenó a los arquitectos que habían trabajado en Toledo y Sevilla,
Antón Egas y Alonso Rodríguez, que fueran a Salamanca para tomar traza del
nuevo templo.
La catedral, tras diversas discusiones, se proyectó
paralela a la vieja, realizada con piedra franca de Villamayor y en estilo
gótico. Tiene planta de salón, con tres naves y dos más de capillas hornacinas.
En principio la cabecera había de terminar en girola
y ábsides poligonales, pero finalmente se cambiaría el proyecto a una forma
rectangular que reafirma la planta de salón.
Durante casi todo el siglo XVII las obras estuvieron
paradas y se retomaron de nuevo en el XVIII, hasta su finalización en 1733. La
catedral sufrió los devastadores efectos del Terremoto de Lisboa, que se
produjo el 1 de noviembre de 1755, quedando todavía signos visibles en las
grietas y vidrieras rotas.
Después del terremoto hubo que rehacer la cúpula
(por Juan de Sagarvinaga) y reforzar el campanario, que era más esbelto, muy
semejante al de la catedral de Segovia. El campanario sufrió graves
desperfectos durante el terremoto, llegando a inclinarse e incluso amenazar
ruina.
Tras consultar a varios arquitectos que recomendaron
su demolición fue, finalmente, Baltasar Dreveton quien propuso zuncharla con 8
cadenas tensadas y forrarla con piedra en forma de talud llegando hasta el
cuerpo de campanas.
Así puede contemplarse actualmente, forrada de piedras e inclinada hacia uno de sus lados por efecto del terremoto de Lisboa. Actualmente esta catástrofe se recuerda con la tradición del «Mariquelo» el 31 de octubre
Hacia 1812 el ejército de ocupación francés derribó
la manzana de casas situada al norte de la catedral, creando la actual plaza de
Anaya y poniendo de relieve la fachada norte, no preparada para la exhibición y
poco agraciada.
Este hecho ha provocado que las fotos más conocidas de la catedral sean tomadas desde este lado, haciendo olvidar la fachada principal, mucho más interesante pero situada en una calle estrecha y sin suficiente amplitud para obtener buenas fotografías
La catedral es, junto a la de Segovia, una de las
dos últimas catedrales de estilo gótico que se construyen en España. La nueva
catedral se construyó, continuando con el gótico tardío de sus orígenes, entre
los siglos XVI y
XVIII, aunque
a finales del XVI se cambiara la cabecera con girola gótica por una plana y
durante el XVIII se añadieran dos elementos que rompían
de forma llamativa con el estilo predominante del
templo: una cúpula barroca sobre el crucero y los cuerpos superiores de la
torre campanario. Esta torre campanario mide 93 metros de altura.
La planta y alzado del edificio mantienen una
uniformidad gótica y la presencia exterior de arbotantes y contrafuertes, así
como el alzado interior de las naves lo atestiguan.
El interior de la catedral es muy semejante al de la
Catedral de Sevilla. Sin embargo, a pesar de que las naves laterales no están a
la misma altura que la central, siguiendo el esquema «ad triangulum» típico del
gótico, la
iglesia da
impresión de gran amplitud y luminosidad por la compensación en altura y la
consecución del espacio interior. El triforio, típico de las construcciones
desde el tardorrománico, se sustituye por dos tribunas
corridas en todo el perímetro de la catedral y a dos
alturas, lo que permite elevar aún más las naves laterales. Los pilares recogen
el peso de las bóvedas donde cada uno de los nervios de las mismas descienden
hasta el
suelo por el pilar en una delgada columnilla que le
ayuda a descargar el peso. Las bóvedas tienen todo tipo de combinaciones de
nervios, combados y terceletes, que las hacen muy atractivas por su variedad y
complejidad de obra.
La Catedral Nueva tiene una planta con tres naves y
dos más de capillas-hornacina, que se terminaron en 1520 por Juan Gil de
Hontañón las de la izquierda y Juan de Álava las de la derecha.
En principio se proyectó una girola para la cabecera
y ábsides poligonales, pero el retraso
en la obra hizo cambiar el criterio por el de una cabecera plana, decisión
tomada en el año 1584 por el entonces maestro mayor Juan
Ribero de Rada, siguiendo el modelo de cabecera diseñado
por Juan de Herrera en la Catedral de Valladolid. En 1538 Rodrigo Gil de
Hontañón se
convierte en
el maestro de obras de la catedral, tras la muerte de su padre Juan Gil de
Hontañón. En 1588 se llama al maestro cántabro Juan de Nates para la continuación
de las obras.
El cimborrio original fue levantado por Joaquín Churriguera cuando se retomaron las obras, tras estar paradas durante casi todo el siglo XVII, por falta de presupuesto. Se terminó en el año 1725 y parece que era semejante al de la Catedral de Burgos, con nervaduras y decoración barroca
El terremoto de Lisboa del año 1755 cuarteó la
cúpula central siendo sustituida por otra neoclásica realizada por el
arquitecto Juan de Sagarvinaga, que es la que puede contemplarse actualmente.
La Capilla Mayor (1 en la planta) presenta planta rectangular, cubierta por bóveda estrellada con idéntico dibujo que el resto de las de la nave central pero con la peculiaridad de que está angrelada y policromada
La Capilla carece de retablo, al desmontarse en 1743
el realizado por Alberto Churriguera, concluido sólo 11 años antes.
Se proyectó sustituirlo por un tabernáculo en mármol
proyectado por Ventura Rodríguez que iría situado en el crucero bajo la cúpula.
El proyecto no pudo realizarse por su elevado coste. El Museo Catedralicio
conserva la maqueta del mismo.
Sobre el muro de sillería hay un dosel y caída de terciopelo carmesí sobre el que aparece una imagen de la Virgen de la Asunción de Esteban de
Rueda de 1624, policromada por Antonio González. Los
ángeles que la acompañan son obra de Francisco Sánchez.
Sobre el entablamento que corona los muros del
presbiterio aparecen la imagen de la Religión, ángeles y Padres de la Iglesia
procedentes del desaparecido retablo.
Destaca el tabernáculo de mármol y jaspes de Simón
Gavilán (1750) y las urnas de plata con los restos de San Juan de Sahagún y
Santo Tomás de Villanueva.
La Casa de las Conchas de
Salamanca es un edificio de estilo gótico y elementos
platerescos Su construcción se inicia en 1493. En el interior destacan el patio
con arcos mixtilíneos, la escalera y el artesonado
El estilo gótico tardío se combina con los nuevos aires
del plateresco renacentista. Comienza a construirse hacia 1493 y su edificación
concluyó en 1517.
Hacia 1701 la casa se repara y amplía, apareciendo
la fachada que da hacia la Rúa. Fue después cárcel del estudio, es decir,
cárcel de la Universidad. En 1929 se declara Monumento Nacional. En 1967 es
cedida al Ayuntamiento de Salamanca, mediante un contrato de arrendamiento por
un valor simbólico de una peseta anual durante noventa y nueve años. En 1970 el
Ministerio de Cultura se subroga al acuerdo y sigue con el arrendamiento.
Desde 1993 y tras una larga restauración, alberga en
su interior una Biblioteca Pública del Estado. En 1997 su propietario, el Conde
de Santa Coloma, la entrega a la Junta de Andalucía como pago de impuestos. En
2005 la Junta de Andalucía la permuta por otro edificio con el Estado, su
actual propietario
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