Almería es un municipio español y una ciudad, capital del mismo y de la provincia
homónima, que pertenecen a la comunidad
autónoma de Andalucía. Es el centro neurálgico de la Comarca
Metropolitana de Almería, en el extremo sureste de la península ibérica y de la comarca turística de Almería-Cabo de
Gata-Níjar.4 La rodean por el
oeste la sierra de Gádor, por el norte Sierra Alhamilla y por el este el valle y delta del río Andarax y, más allá, una
llanura que culmina en la sierra de Cabo de Gata. Al sur, su puerto y litoral se abren
a una amplia bahía sobre el mar Mediterráneo.
Es la sede del partido judicial nº 1 de la provincia y de la diócesis que
lleva su nombre.6 7 En 2005 fue asimismo sede de
los XV Juegos Mediterráneos.
Fue fundada en 955 d. C. por Abderramán III en un emplazamiento dominado anteriormente
por otras urbes como la ibera Urci o la romana Portus Magnus y desempeñó un papel fundamental durante el califato de
Córdoba, llegando a ser el puerto más importante del al-Ándalus omeya. Alcanzó su máximo esplendor durante la taifa, en el siglo XI, convirtiéndose bajo el reinado de Almotacín en un emporio
comercial y cultural.
Tras su incorporación a la Corona de Castilla en 1489, la población fue diezmada por terremotos, plagas e incursiones de los piratas. La recuperación no fue patente hasta finales del siglo XIX, con el resurgir de la minería y la exportación de la uva de Ohanes, y de nuevo a partir de los años 1960, gracias a la explosión de la agricultura intensiva, elturismo, la construcción y la industria del mármol.
Entre su patrimonio histórico-artístico, cabe destacar la Alcazaba musulmana (siglos X a XV), la catedral-fortaleza de la Encarnación (siglo XVI), el cargadero de mineral o Cable Inglés (finales del siglo XIX), y el Museo de Almería, reinaugurado en 2006.10
Con una población en 2014 de 193 351
habitantes, es un municipio de creciente relevancia en los ámbitos económico,
cultural y deportivo, y un importante nudo de comunicaciones gracias a su puerto y aeropuerto internacional recientemente remodelado.
Historia
Prehistoria
y Antigüedad
Sa estima que el primer asentamiento humano de
la zona debió de emplazarse en el cerro de la Alcazaba. El arqueólogo Juan Cuadradohabló
en su momento de restos neolíticos,
remontándose los hallazgos más antiguos y documentados al Paleolítico
medio. Existen asimismo restos fenicios posteriores.
De su época romana, por otra parte, son numerosos los restos cerámicos hallados en diversas excavaciones, dando la posibilidad de que existiera una población permanente en el área hoy ocupada por la urbe antes de su fundación en 955 y que evidencian cierta importancia pesquera y comercial. Habría existido así pues una pequeña población marítima dependiente del asentamiento ibero de Urcio Urke, ya referenciado por Plinio el Viejo en su Historia natural49 y más tarde por Pomponio Mela o Claudio Ptolomeo. Almería fue ocupada
por Roma durante la campaña de Escipión contra los cartagineses a finales del siglo III a. C., recibiendo el nombre de Portus Magnus. El asentamiento quedó enclavado en la Hispania Ulterior, convirtiéndose en uno de los puertos más importantes del sur deHispania, célebre entre los comerciantes del Lacio. Durante este periodo se fortaleció el comercio con el resto del Mediterráneo, especialmente el del garum, encontrándose restos de instalaciones salineras y de salazón, así como útiles de pesca y ánforas, en la fachada marítima de la capital y en la playa de Torregarcía.
A partir de los siglos III y IV se intensificó la ocupación del cerro de la Alcazaba por parte de vándalos y visigodos. Con esta tónica, continuaron al parecer los bizantinos que durante el siglo VI tomaron Urci y otros enclaves del sureste de la península. Sobre este último mantuvieron el poder hasta su expulsión, en los años 600-610 dC, si bien otras fuentes afirman que la conquista definitiva de este asentamiento fue posterior al año 621, reinando ya Suintila. Durante su breve presencia, los bizantinos excavaron un pozo en el actual perímetro de la fortaleza musulmana.
Edad Media
Las primeras noticias sobre la presencia musulmana en este lugar se remontan al siglo VIII o principios del siglo IX, cuando Abderramán Iencomendó la vigilancia de la costa al clan yemení de los Abencerrajes para impedir el desembarco de los normandos. En colaboración con la población autóctona se fundó un núcleo de población con el nombre de Bayyāna, la actual Pechina, capital de su cora, que se engrandeció y llegó a convertirse en una auténtica república marítima. Almería nacería durante la primera mitad del siglo X como barrio marítimo de aquella, recibiendo el nombre de al-Mariyyāt Bayyāna («la atalaya de Pechina»). Se trataba en efecto de un fondeadero defendido por una torre vigía y habitado por comerciantes y pescadores, que coincidiría con la romana Portus Magnus en su ventajosa posición en el centro de la bahía y bajo el actual cerro de la Alcazaba
Tras vencer a rebeldes mozárabes y repeler un ataque fatimí contra Bayyana, Abderramán III dispuso trasladar la capital de la cora, y así al-Mariyyāt Bayyāna recibió el título de ciudad en 955 d. C., año en que además comenzaron a construirse la muralla y la alcazaba, que llegaría a ser, con sus 4,3 ha, la segunda fortaleza musulmana más grande de al-Ándalus.
Durante esta época se consagró como ciudad de planta califal con tres barrios diferenciados: un núcleo central amurallado, la Almedina, donde se concentraban la mezquita mayor o aljama (levantada en 965), la alcaicería, las atarazanas y el zoco, y dos barrios periféricos, el de la Musalla y el del Aljibe. En esta época, Almería se convirtió en el puerto más importante y cosmopolita de Al-Ándalus, base de la flotaomeya y puerta a Oriente y al norte de África. La seda era el producto más exportado y tenían fama la excelente calidad y gran variedad de los tejidos elaborados en sus más de 10 000 telares, por lo que después de Córdoba, llegó a ser la más influyente y próspera del califato. También el estar integrada en la dinámica política y económica de la piratería musulmana fue determinante en su
acelerada evolución. Con la desintegración de éste tras la muerte de Hixem II, Jairán se convirtió en el primer rey de la taifa de Almería, destacando entre sus logros la ampliación y refuerzo de la alcazaba. El mayor esplendor lo alcanzó con su sucesor Almotacín, rey poeta que supo mantener el emporio económico a la par que ilustraba su corte con literatos y científicos.
A pesar de todo, no pudo hacer frente a la invasión de los almorávides, tras la cual, no obstante, siguió siendo un emporio codiciado por los cristianos. La conquista de las tropas aragonesas, catalanas, genovesas, pisanas y castellanas, comandadas por Alfonso VII tuvo lugar en 1147, permaneciendo bajo control cristiano hasta que los almohades la reconquistaron una década después. Esta breve ocupación le supuso el truncamiento definitivo de su esplendor militar y comercial.
Almería en el Reino Nazarí de Granada (1238-1489)
Tras la desaparición del Imperio almohade en
el siglo XIII,
se inició el período nazarí,
caracterizado por las continuas luchas internas que tenía. Agravó la situación
de precariedad la sequía iniciada en 1227, que desestabilizó gravemente la
agricultura y el comercio. Bajo el mandato de Abbu-i-Abbas, gobernador del Reino de
Granada, se intentó reconstruirla, sin demasiado éxito. En 1309, según las crónicas, Jaime II de
Aragón la asedió durante más de nueve meses,
hasta llegar a un acuerdo con el rey de Granada. Finalmente, tras las campañas
de 1488 y 1489, el territorio almeriense pasó a
la soberanía castellana y
el 26 de
diciembre del mismo año tuvo lugar su capitulación ante los
Tras la toma cristiana se hizo
patente la necesidad de mejorar sus infraestructuras defensivas, pues se
encontraban muy deterioradas por el terremoto que la azotó en 1497 y por las rencillas internas
del último periodo del Reino de
Granada. Asimismo, era necesario adaptarla a las nuevas técnicas defensivas
impuestas por el desarrollo de la artillería, por
lo que realizaron mejoras en el segundo recinto y construyeron un tercero en la
Alcazaba
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