Se fundó en 1163 por el rey aragonés Alfonso I, en tierras antiguamente pobladas por los íberos. Desde 1287 con el tratado de Olorón, se autorizó a cinco poblaciones del reino que tuviesen sello, fueron Montblanc, Barcelona, Huesca, Lérida y Cervera. En numerosas ocasiones entre 1307 y 1414 fue sede de las cortes de la corona aragonesa. En 1392 el rey Joan I creó el ducado de Montblanc, título a ostentar por el heredero de la corona de Aragón.
La ciudad medieval está rodeada por un recinto amurallado, construido por Pedro III El Ceremonioso en el S.XIV. Tienen 1.500 m. de perímetro. De las 28 torres almenadas iniciales, quedan 17 que se encuentran en buen estado. Es el centro medieval amurallado mejor conservado de Cataluña.
El casco histórico de Montblanc se estructura a partir de esta plaza, -antigua plaza del Mercado- dominada por algunas de las más emblemáticas casonas de la ciudad, y flanqueada por los tradicionales soportales que preservan con su elegancia el aura medieval del lugar.
Destaca la casa de los Desclergue, de estilo renacentista, con una combinación de arcos carpaneles y de medio punto y su escudo nobiliario presidiendo la fachada. También en esta plaza se erige el Ayuntamiento, con su inconfundible fachada gótica, la casa de la Vila (s. XVI-XVII) o la casa Cartanyá (S. XIX), con su fachada finamente esgrafiada.
En un lateral de la plaza, la Fuente Mayor calma la sed de los lugareños desde finales del siglo XVIII, con su peculiar abrevadero
De belleza evidente, este templo no solo cautiva por ser una delicada muestra de transición románico-gótica, sino también por haber sido escenario de acontecimientos históricos de interés, ya que aquí se reunieron las Cortes catalanas en 1307, 1333 y 1370, el edificio albergó al Parlamento de Cataluña durante cierto tiempo y durante la Guerra Civil fue utilizado incluso como almacén. Tan polifacético pasado incrementa el interés del templo, que ha llegado hasta nuestros días en excelente estado de conservación. Destaca la ausencia de ábside, y ya en el interior, el magnífico artesonado de madera policromada, bajo la que se cobijan varios frescos de interés y escudos nobiliarios de familias notables del lugar.
La plaza de Sant Francesc está presidida por este magnífico templo gótico construido entre los siglos XIII y XIV fuera del recinto amurallado de la ciudad.
Según aseveran los locales, en sus orígenes la iglesia formaba parte de un convento fundado por San Francisco de Asís. Llama la atención la original estructura del edificio, con cabecera pentagonal, muros rectilíneos y recios contrafuertes. El interior aparece recubierto por una hermosa bóveda de crucería y artesonado de madera policromada.Frente a la fachada principal del templo, una fuente de piedra invita a refrescarse con el agua, que brota a chorros de cuatro surtidores. En ellos se aprecian talladas
A lo largo del siglo XIX se realizaron obras de consolidación de la bóveda y de la capilla del Baptisterio y se abrió totalmente el ventanal superior. El 9 de septiembre de 1906, el Arzobispo de Tarragona Dr. Tomás Costa presidía el oficio solemne de la coronación canónica de la Virgen de la Serra con la iglesia llena a rebosar. A principios de siglo XX tuvo que soportar varios ataques anticlericales hasta que el inicio de la Guerra civil española, milicianos republicanos quemaron o destruyeron diversas imágenes, altares, el ajuar sagrado, libros, mobiliario y campanas (entre ellas la campana «Seny Gros»). Las paredes del templo quedaron desnudas y hasta pasado el conflicto bélico no fue posible la recuperación en parte de la iglesia.
En las escaleras de acceso al templo se puede admirar una magnífica cruz renacentista con un pedestal de escalones en siete caras y fuste helicoidal con un capitel gótico. La plaza de la entrada principal está pavimentada a base de guijarros de colores, con el escudo de la villa y la fecha de la construcción de la plaza (1786). La fachada principal está situada en un lateral de la iglesia, es de estilo barroco con influencias renacentistas del siglo XVII. En la base salen dos leones y las columnas son de estilo corintio. Consta de tres niveles: a cada lado de la puerta están las imágenes de cuatro apóstoles (aunque muy deteriorados), justo encima de la puerta principal de acceso al templo hay una imagen de la Virgen María custodiada por dos ángeles y por encima aparecen los cuatro apóstoles restantes y una imagen de Dios. Los contrafuertes son interiores y acaban rematados con pináculos adornados. Los contrafuertes del ábside están aligerados mediante arbotantes. Detrás del ábside central hay situadas las campanas, ya que la iglesia no tiene campanario.
Sin lugar a dudas,Cataluña tiene un monton de lugares preciosos para visitar,creo que deveriamos conocer primero el sitio donde vivimos para despues "explorar" las afueras,la iglesia es preciosa,creo que valdra la pena,algun dia hacer una escapadita y conocer este rinconcito.
ResponderEliminarmuchos besitos