Los 79 km2 de extensión de su municipio, 17 de los cuales discurren paralelos al litoral, se reparten equitativamente entre las superficies forestales y los cálidos cultivos mediterráneos, entre los que no faltan el naranjo, el olivo y el almendro.
Peñiscola es una ciudad de ocio y vacaciones, no obstante, al igual que otras urbes mediterráneas conocidas más que nada por sus playas y sus incautos "guiris", tiene más cosas para mostrarnos.
Uno de esos puntos es el Castillo del Papa Luna, o Castillo de Peñiscola, una fortaleza medieval donde reposan los restos del pontífice Benedicto XIII ( 1328 - 1423 ), más conocido como "el antipapa" o "Papa Luna".
El castillo se encuentra en la zona más elevada del peñón que domina la ciudad, alcanzando una altura de 64 m sobre el nivel del mar. Y su construcción, llevada a cabo por la Orden del Temple ( Templarios ), data de 1307.
Además del castillo templario, la ciudad cuenta con las murallas que Felipe II encargó al arquitecto militar italiano Giovanni Battista Antonelli, que fue quien las diseñó, siendo construidas entre 1576 y 1578.
El Portal Fosc, llamado asimismo de Felipe II, es una de las tres entradas al casco histórico de Peñíscola; fue construido en 1578 y se atribuye su autoría al arquitecto Juan de Herrera.
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